¿Porqué hablamos de Cadena de Suministro (Supply Chain)? Es un término que no se ha usado con asiduidad hasta los años 90 del siglo pasado. Engloba a todos los flujos de materiales, información y dinero desde las materias primas hasta la entrega del producto al usuario final.
Es decir, si nos ceñimos a una única organización, la Cadena de Suministro, es un área transversal dentro de la misma que integra en cierta medida otras áreas verticales de la misma. Esta integración busca la eficiencia de la organización con la visión de alinear las operaciones internas hacia el servicio al cliente, reducción de tiempos de ciclo y la minimización del capital necesario para desarrollar el negocio; es decir, maximizar el rendimiento.
En especial la Cadena de Suministro integra las áreas de marketing, ventas y servicio al cliente, compras y aprovisionamiento, planificación y producción, almacenaje y distribución de los productos terminados. Incluso también integra en cierta medida al área financiera, ya que uno de los objetivos de la Cadena de Suministro debe ser reducir y optimizar el capital necesario para el funcionamiento de la organización (working-capital), mediante los cobros a clientes y pagos a proveedores, así como los inventarios de materiales.
Es decir trabajar en una organización con un diseño de Cadena de Suministro, nos lleva a una configuración por procesos, derribando los muros de la organización completamente departamental y vertical. Como si hiciésemos una evolución lógica de la división del trabajo a un objetivo común, hacia otro modelo organizativo. Es por ello que en los últimos años oímos hablar tanto de la Cadena de Suministro (Supply Chain).
Retos de la Cadena de Suministro
Además de este objetivo integrador dentro la organización, la Cadena de Suministro se enfrenta a una serie de retos, que en su óptima gestión es lo que marcará la diferencia, y hará de la organización un éxito.
La contención de costes es uno de los principales retos de toda Cadena de Suministro, en términos de precio, logística (transporte), calidad, así como flexibilidad y agilidad. Un proveedor puede ser flexible, puede fabricar un amplio rango de productos, pero no es ágil en suministrárnoslos, por lo que necesitamos ambas características.
Necesitamos visibilidad; es decir, planificación de proveedores, re-aprovisionamiento, incluso gestión de stocks en los clientes. Para ello, debemos configurar la Cadena de Suministro para que sea escalable, es decir que si el negocio aumenta, no sea necesario el incremento de recursos para mantenerlo. Para ello usaremos tecnologías de intercambio de datos, como puede ser EDI.
Debemos gestionar el riesgo, mediante la definición de un plan de contingencia (Business Continuity Plan) en caso de interrupción del suministro, o de los medios productivos. Debemos de ser capaces de retomar el servicio a nuestros clientes a la mayor brevedad posible en caso de que ocurra un desastre. Es nuestra labor tenerlo previsto.
Mediante el diseño de la Cadena de Suministro debemos satisfacer los requerimientos de los clientes, ya sean especificaciones concretas, previsiones de suministro... o cierta integración.
No debemos perder de vista que hoy en día, cualquier organización tiene una relaciones que tienen que hacer frente a la internacionalización y globalización; a los cuales no debemos tener miedo, ya que es una fuente de oportunidades, tanto de compra como de venta.
Por último, como factores que aportan valor a la Cadena de Suministro están la Responsabilidad Social Empresarial y el Medio Ambiente, aspectos que cada vez son más demandados y tenidos en cuenta por el usuario final, y que cada vez son más tenidos en cuenta desde la etapa de diseño de los productos y servicios.
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